Sustentar una campaña política en mentiras, es la incapacidad de enfrentar la realidad con la verdad.
Mauricio Funes representa para el FMLN lo que la Malinche representó para Hernán Cortés.
Malinche fue la muchacha intérprete y consejera del conquistador Hernán Cortés, que mintió, tradujo y manipuló en contra de su pueblo para entregarlo en manos de sus amos.
En la historia de México Malinche se ha convertido en un símbolo del indígena seducido y abandonado, dando lugar al término malinchismo, con el que se señala la entrega a lo que viene de fuera y la incapacidad para valorar lo propio.
Mauricio Funes hace un trabajo muy complejo pero no distinto al que hizo en el pasado la Malinche, cómo candidato presidencial del FMLN,ha explotado su imagen moderada o “ajena” si usted así lo quiere, a la tradicional militancia del FMLN, ha representado los roles de intérprete, mediador, y traidor entre el FMLN y el pueblo Salvadoreño. Con la función de mentir, comprar intereses, ofrecer falsos regalos y sueños que a la postre serán una vida sin paz y libertad para los Salvadoreños.
Por eso observamos constantemente a Mauricio Funes procurando traducirnos a un lenguaje no comunista las declaraciones que la comisión política y los líderes históricos del FMLN brindan sin tapujos al pueblo, pero a Funes se le olvida que ya hemos comprendido el mensaje directamente antes que él lo altere.
Por eso ha instalado su fábrica de mentiras ignorando que nosotros no regalamos oro a cambio de espejitos.
Por eso manipula la realidad, porque quiere confundir a nuestro pueblo y entregarnos en manos comunistas del actual FMLN y en consecuencia en las manos Hugo Chavez y su añorada patria grande…
Hace más de un año el FMLN presentó a su candidato a la presidenciaMauricio Funes, como un caballo pura sangre, lo sacaron a correr al Estadio Cuscatlán, posteriormente trotó por el país entero. Le pusieron los mejores arreos, silla de montar nueva y bridas elegantes para pasearlo por oficinas de gobierno en América Latina y Europa.
Y ahora debe cargar con un compañero de fórmula sin capacidades académicas ni empresariales, que para colmo pesa sobre él la culpabilidad de miles de salvadoreños asesinados por sus propias instrucciones, incluyendo a mismos compañeros de la guerrilla.
Debe cargar con una comisión política del FMLN, confesa creyente del socialismo y estrechamente unida a los protagonistas del socialismo del siglo 21 y del terrorismo mundial, en referencia a sus relaciones, con Chavez, los hermanos Castro, Daniel Ortega y compañía, así como sus fuertes lazos con las organizaciones terroristas como la ETA y las FARC.
Debe cargar con un aparato electoral, intolerante, violento, fuera de su control, porque sigue solo las instrucciones de su dirigencia, la cual profesa la lucha de calle, el levantamiento armado, la revolución o la muerte…
Son tantas cosas con las que Funes debe cargar… una realidad que procura esconder y sacar de la vista de los salvadoreños con la instalación de una fábrica de mentiras que a mi juicio es la única fábrica que es capaz de echar a andar.