Traté de que mi nombre ya no apareciera en los medios de comunicación por protección de mi familia y porque ya no quiero vivir otro capítulo de dolor, suficiente después de la vida al lado de Mauricio que ahora todos conocen.
Pero no puedo quedarme callada al ver y oír un anuncio tan lleno de mentiras como el del programa Madre Feliz del FMLN, un programa que defienden no solo gente que cree en el aborto, sino el propio Mauricio, alguien que no ha respetado ni a la propia madre de sus hijos.
Cómo es posible que alguien que nos hizo la vida imposible a mí y a mi hijo diga que respetará a las madres desde que estén embarazadas, si cuando yo cargaba a su hijo las discusiones diarias con Mauricio pasaron a los golpes tantas veces.
Cómo es posible que diga que habrá medicinas gratis y ayuda alimentaria para las madres si él no tuvo ninguna atención con su familia y los problemas con él llegaron hasta los tribunales solo para hacer más largo el martirio.
Cómo es posible que Mauricio diga que los niños estarán seguros si él mismo no tuvo el deseo de ser un padre dedicado con ellos, nunca estuvo cerca de ellos para darles lo necesario, ni siquiera el cariño que todo niño necesita. YaJandro descansa en paz, después de que nunca Mauricio tuve tiempo para tenderlo y encausarlo en el buen camino.
Este programa, el Madre Feliz, no pudo ser diseñado por Mauricio, no puede ser apoyado por alguien que no comprende cuál es su finalidad. Ni él ni los que defienden el aborto pueden decirle a la gente de un día para otro que velarán por las madres y sus hijos.
Esta carta no lo hago por política, sino en mi papel de madre que sufrió las promesas que me hizo
Mauricio para luego romperlas y llevarme por una época de sufrimiento, el mismo hombre que ahora quiere gobernar el país.
Regina Cañas