Mucho se ha hablado de los "Amigos de Mauricio", un grupo de personas que públicamente se lanzó a apoyar la candidatura de Mauricio Funes. Quiénes son ellos y cuáles son sus objetivos y estrategias es de lo que trata este artículo.
Por un lado, amigos de Funes se agruparon con la intención de apoyarle, ya sea en la recolección de fondos o reclutando simpatizantes de entre la izquierda moderada o entre aquellos que por algún malestar se han alejado de la derecha. Por otro lado, el movimiento ha potenciado una organización de los asesores más cercanos de Funes que en un eventual gobierno serviría de contrapeso al FMLN, dando pie, incluso, para la formación de un nuevo partido que le permitiría al candidato cierto poder frente al sector efemelenista más duro.
El llamado movimiento "Amigos de Mauricio" está formado por un pequeño grupo de personas, algunas de ellas hasta hace poco tiempo muy cerca de ARENA o del PCN; otras, vinculadas directamente con los grupos de control territorial que en su momento se encargaron de castigar bases de la guerrilla e, incluso, por militares de mediano rango o propietarios de empresas especializadas en la recuperación de moras crediticias.
Es un grupo de amigos (ver anexo) que inició su labor casi de inmediato a la formación de la candidatura del efemelenista, en noviembre de 2007.
La persona clave en el equipo de amigos y asesores, con mucha importancia en el trabajo y la vida de Funes, es Hato Hasbún, un ex miembro de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). Hasbún manejó organizaciones no gubernamentales con financiamiento de la cooperación extranjera y se ha dedicado en los últimos años a la asesoría política (hace los sondeos y encuestas electorales internas para el FMLN en esta campaña).
El eje del "Movimiento Amigos de Mauricio", sin embargo, está integrado por seis asesores, algunos "amigos" de Funes hasta hace poco: Luis Ángel Lagos, fundador del notorio grupo paramilitar ORDEN; Gerardo Rafael Cáceres, abogado propietario de Puntual, una empresa especializada en la recuperación de deudas en mora; Álex Segovia, un economista que fue un invitado regular a través de los años en los programas televisivos de Funes; David Munguía Payés, un militar que desde su retiro del ejército ha sido muy activo en la política partidista; y José Miguel Menéndez Avelar, un empresario dedicado a la agricultura y a la importación de armas, además de ser propietario de COSASE, la empresa de seguridad más grande del país.
También ha jugado un papel importante en la configuración de este grupo, aunque rara vez apareciendo en público, el empresario Nicolás Salume, quien habría dado aportes económicos importantes para el trabajo de los "Amigos de Mauricio", además de brindarle "cobertura" y cierto "padrinazgo" para ser atendido por algunos influyentes hombres de negocios con quienes se ha reunido Funes.
Una fuente, cercana desde los inicios del proceso y que pidió reserva de su nombre, sostiene que se trata de un grupo heterogéneo pero "reunidos en torno a Funes con la intención de hacer contrapeso al FMLN". En su declaración de principios, el grupo "Amigos de Mauricio" afirma ser "una iniciativa independiente, pluralista y no partidista".
Sin embargo, la misma fuente dice que los esfuerzos por hacer valer "la independencia de criterio del candidato se han visto frustrados ante la claridad del grupo efemelenista más ortodoxo, que no está dispuesto a ceder el poder del partido a un candidato externo". Al final, es este "sector ortodoxo el que predomina en el partido y en la Asamblea Legislativa".
"Desde el inicio éste ha sido el debate interno: cómo hacer prevalecer los criterios de Funes y del equipo de Funes, con los del partido", ha dicho con claridad, tanto en programas de opinión como internamente, Álex Segovia. Esta misma idea ha sido debatida ampliamente entre el partido, la cúpula del FMLN y Hato Hasbún, el brazo derecho de Funes y un interlocutor de amplia experiencia en el campo de la negociación política entre facciones de izquierda.
La división del trabajo
El núcleo primario de los Amigos de Funes se puso en un inicio tres metas, se lee en un documento al cual tuvo acceso El Diario de Hoy: fortalecer el grupo cercano del candidato; extender la red de simpatizantes de Funes a escala nacional e internacional; y generar, con estos nuevos simpatizantes, financiamiento que le diera independencia al candidato de izquierda. Este crecimiento orgánico, a su vez, le permitiría al grupo de amigos y asesores convertirse en contraparte de los cuadros más duros del FMLN.
Como parte de este esfuerzo, los amigos de Mauricio, sobre todo el grupo más cercano, se "especializó" en cuatro áreas de trabajo.
En primer lugar, la creación de la estructura organizativa, labor que recae principalmente en el coronel Munguía Payés.
Dos, desarrollar el programa de gobierno. Álex Segovia tuvo la tarea principal de "ponerse de acuerdo" con el diputado Gerson Martínez, quien coordinó el programa de gobierno que presentó el candidato Schafik Hándal, así como el actual, el que al final hizo suyo Funes.
Tres, la recolección de fondos, una actividad íntimamente relacionada con la organización nacional e internacional, así como con el manejo de los sitios de Internet, trabajo que recayó en José Miguel Menéndez, Luis Lagos y Rafael Gerardo Cáceres. El uso que los amigos de Mauricio dan al Internet (ver nota anexa) no sólo tiene la intención de promover la candidatura de Funes sino de apoyarlo económicamente. En el sitio de los "Amigos", la información de la campaña pasa a un segundo plano bajo un enorme botón que le permite al usuario hacer una donación "en línea" con su tarjeta de crédito. Bajo el botón hay actualizaciones automáticas de las "últimas donaciones".
Y por último, en una cuarta área, aunque no por ello menos importante, está la tarea de mantener la relación del candidato Funes con la cúpula efemelenista, la cual incluye tanto a la dirigencia formal, la Comisión Política, encabezada por Medardo González, como con el encargado territorial y hombre fuerte del partido, José Luis Merino ("Ramiro"). Esta actividad está en manos del hombre de confianza de Funes: Hato Hasbún.
Fuentes cercanas a la izquierda se atreven a concluir que las negociaciones políticas entre el FMLN y el candidato Funes, mediadas directamente por Hasbún, han dado como resultado que la imagen del candidato se explote al máximo, aun sobre la marca partido, dejando que los líderes históricos efemelenistas queden relegados a un segundo plano.
Hay fuentes que argumentan que no les sorprendería que se haya negociado la formación "inicial" de un eventual gobierno presidido por Funes, donde los "Amigos" obtendrían cargos de dirección siempre y cuando se le permita al FMLN tomar "posición territorial", con lo cual iniciarían la búsqueda de su permanencia en el poder. Así sería como el FMLN llevaría adelante su "verdadera transición hacia el socialismo".
objetivos básicos
Una de las tareas del grupo "Amigos de Mauricio" es "ampliar" el voto duro de izquierda, tratando de cautivar a todo aquel que, aunque no sea del FMLN, pueda sumarse, o por lo menos dar su voto en esta elección.
En este intento, tres líneas de acción se trazaron con claridad desde un inicio. La primera, buscar el voto "nuevo y joven". Eso hizo que los amigos de Funes insistieran en buscar reuniones con universitarios, para lo cual "movieron" todo tipo de influencias para desarrollar actividades; los principales centros de educación superior abrieron las puertas al candidato de izquierda, aunque también, como lo revela un alto funcionario universitario, se buscó "el balance y en toda actividad se invitó al candidato de ARENA".
Un segundo eje de acción fue "acercarse" al sector empresarial y "quitar el miedo de que el comunismo viene", precisó una fuente, quien participó en la organización de reuniones de pequeños y medianos empresarios, tanto en San Salvador como en el interior del país.
"Los eventos fueron exitosos, pero no lograron permear al empresariado nacional", reconoce esta fuente.
Otra línea de acción, muy unida al punto anterior, tal como lo dice el candidato Funes, consiste en "desmontar los mitos en torno a la izquierda". Esto va desde el respeto al libre mercado, aceptar los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos (y otros países) y soportar la dolarización, hasta negar que el FMLN "va a quemar biblias", expropiar a los ricos y crear un sistema totalitario.
Según una revelación hecha hace un par de meses por el jefe de campaña del FMLN, Roberto Lorenzana, en una entrevista televisiva en TCS, hay una doble estrategia: por un lado el FMLN pone el voto duro y, por el otro, Funes pone el voto fresco. Esto se basaba en la percepción de que "Funes ya ganó": lo había decidido así la población y estaría expresado en todas las encuestas de opinión pública. Esta percepción se derrumbó con la derrota de Violeta Menjívar en San Salvador.
En realidad el camino ha sido tortuoso, y si bien es cierto que los "Amigos de Funes" han logrado organizar sedes y subsedes en varias ciudades del país y de los Estados Unidos, y de obtener apoyo a un público nuevo, no ideologizado, los problemas internos han crecido y las discusiones se agudizan con el paso de los días.
La tentación del partido alterno
Tres hechos han generado diferencias y tensiones entre los amigos de Funes y el FMLN: uno, el programa de gobierno, que fundamentalmente le fue impuesto al candidato, dejando de lado los aportes que podría haber hecho Álex Segovia; dos, la elección de los candidatos a diputados efemelenistas, la mayoría de ellos, del sector más duro y comunista del FMLN, sin posibilidad de incorporar a los miembros del grupo asesor del candidato, tanto así que de los 35 diputados elegidos el 18 de enero pasado, casi todos son cuadros comunistas; y tercero, el nombramiento de Violeta Menjívar por la cúpula efemelenista para la reelección en la Alcaldía de San Salvador, hecha sin evaluar su capacidad para ganar la reelección.
Aunque Funes se sumó a la campaña de la alcaldesa y trató de remolcar la marca partido FMLN con su presunta imagen positiva en San Salvador, al final no pudo detener el desastre de su derrota.
En un artículo de análisis, divulgado ampliamente por los "Amigos de Funes" se plantea que de no haberse involucrado Funes la derrota electoral de Violeta Menjívar hubiera sido mucho mayor.
Hay otras voces, al interior de la campaña de Funes, que sostienen que el candidato efemelenista no quiso involucrarse mucho más porque era inminente la caída del FMLN en San Salvador, y esto le habría hecho "bajar puntos" a su campaña presidencial.
Otras batallas sí han sido ganadas parcialmente por Funes, por ejemplo que sus asesores no sólo sean independientes al partido sino que tengan el espacio para organizarse, hablar y tener voz propia, y desarrollar de manera directa la campaña de propaganda en función de una victoria para Funes.
Esto implica, entre otras cuestiones, que el vocero oficial del FMLN, Sigfrido Reyes, quede relegado a un segundo plano; que cuadros del trabajo internacional como Marta Valladares (Nidia Díaz) realicen un trabajo mucho más alejado de la campaña; que Medardo González, Coordinador General del partido, tenga un papel menos protagónico. E incluso que el candidato a vicepresidente, Salvador Sánchez Cerén, realice una labor proselitista más territorial, de cara a la militancia efemelenista y de muy bajo perfil en los medios de comunicación.
Sin embargo, el equipo cercano al candidato ha tenido que asumir, además de sus amigos más cercanos, a efemelenistas de pura cepa como Roberto Lorenzana como jefe de campaña y a Manuel Melgar como encargado de su agenda.
En la relación entre la cúpula del FMLN y los amigos de Mauricio, si bien ha sido un matrimonio "de conveniencia" donde los "trapos sucios se lavan en casa", las contradicciones afloran.
El economista y diputado Salvador Arias, que hace unos meses tuvo un zipi zape con Funes, no corrió para una reelección pero sigue "elaborando estudios económicos" de cara a un futuro gobierno efemelenista. Lo mismo sucede con Nidia Díaz, la otrora "canciller" del FMLN, o con Hugo Martínez en la Asamblea Legislativa.
Aunque en esta campaña electoral los "huesos duros y colorados" están atrás, haciendo proselitismo en el terreno, no han dejado espacio para que los "Amigos de Mauricio" obtengan más poder.
De cara a un posible triunfo del FMLN con Funes, e incluso en el caso de perder las elecciones, los "Amigos de Funes" plantean la creación de una estructura, incluso partidaria, que dé sostén y apoyo al candidato. ¿Lo permitirá el FMLN? Esta es la gran interrogante.